06 septiembre 2006

Eres un diabético de chicha y nabo

Recién vuelto de vacaciones, retomo el blog para intentar explicar en un par de párrafos qué es la diabetes (¡!)...
Las células de nuestro cuerpo necesitan azúcar, de ella obtienen la energía para funcionar. El azúcar, como muchos otros elementos, se distribuyen a través de la sangre, y entra a la célula por una puerta especial... (las células están llenas de estas puertas una para cada tipo de mercancía). Estas puertas las abren una especie de serenos (las hormonas) provistos de llaves también especiales... en el caso de la puerta del azúcar, la llave especial es la insulina, y la central de serenos se encuentra en el páncreas.
Cuando el páncreas no es capaz de distribuir insulina, la sangre se encuentra cargada de azúcar que ha obtenido de la digestión (o del consumo de grasa), pero no consigue entrar en la célula porque no le abren y entonces empiezan los problemas, porque el azúcar libre en la sangre empieza a pringarlo todo estropeando las arterias de la circulación periférica, y con ello la retina, los nervios, etc.
Los diabéticos tenemos 'suerte'. Si nuestro páncreas no funciona, podemos inyectarnos artificialmente la hormona que produce, de modo que todo vuelve a la normalidad... todo no, el páncreas se regula automáticamente, de modo que produce la insulina en función de factores como la cantidad de comida ingerida, el consumo de azúcar por ejercicio, etc... esos factores son difíciles de controlar artificialmente, así que optamos por inyectar ciertas dosis guiados por nuestro endocrino y nuestro conocimiento de la enfermedad que padecemos.
En mi caso fuí diagnosticado de una forma curiosa, porque según mi endocrino;
tienes una diabetes de chicha y nabo.
Traducido; mi páncreas medio funciona así que (de momento) sólo necesita una ayudita con insulina artificial.
En la fase que me encuentro, esta es una enfermedad un poco aburrida, pero tiene sus alicientes. Tengo prohibidos ciertos alimentos, pero de tanto en tanto (y anoche fué uno de esos tantos), en una cena ingieres menos hidratos de carbono de lo necesario, y el despiste te pasa factura a las 3:45 de la mañana, cuando compruebas que tienes los niveles de glucosa bajo mínimos... en esos momentos comienza nuestro aquelarre de glúcidos. Anoche tomé al asalto mi armario prohibido y me puse hasta el culo de galletas, chocolate y zumo... no hay que abusar y es mejor ajustar bien las dosis y las comidas, pero no esta mal poder permitirnos esos pequeños placeres.

3 comentarios:

Pepe Soriano dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Pepe Soriano dijo...

La enfermedad de la diabetes según mi vecino Bernat Soria, empieza a ser un mal epidémico

Ojalá científicos tan brillantes como él no tuviesen tantas barreras morales para trabajar.

bang dijo...

Es cierto que empieza a ser un mal epidémico, pero esa característica, unida a que es una enfermedad del 'primer mundo' (de sociedades avanzadas), hace que se invierta mucho dinero en el estudio de medidas que curen o hagan más fácil la ayuda a estos enfermos.
Hasta para las enfermedades hay 'clases', y esta que puede denominarse una 'enfermedad de la opulencia', es de las clases que interesan a las compañías farmacéuticas...