Nunca me han atraído mucho las banderas, pero ojo, tampoco estoy contra ellas. Hay momentos en los que me parecen hasta bonitas; unas olimpiadas por ejemplo. Pero hay otros en los que me parecen odiosas; una guerra por ejemplo...
En cambio hay a quien le embarga un sentimiento patriótico que parece engordar cuanto mayor es el tamaño de la enseña, así nos encontramos con descomunales banderas de 300 metros cuadrados (Madrid) 368.000 euros, trés kilómetros de largo (la olímpica Madrid again), o la última, de Gran Canaria de otros 300 metros otros 360.000 euracos.
No voy a hacer mucho hincapié en aquello de los complejos; todo el mundo sabe que los dictadores bajitos (por ejemplo) tienen una especial predilección por el gigantismo en las obras públicas, o de descomunales demostraciones de poderío militar...
Pero lo que me parece metafórico es el resultado final de tamaño esfuerzo (y coste)... la bandera de la Plaza de Colón de Madrid no se empina; el viento no es capaz de izar tal peso inerte. La de las olimpiadas madrileñas no consiguió su objetivo. Y ahora la de Gran Canaria, que pese a sus 360.000 euros que cuesta la broma, sufre el gatillazo más descomunal y se descuelga de su mástil...
Cada uno que haga sus metáforas y moralejas... que a mí me da la risa...
En cambio hay a quien le embarga un sentimiento patriótico que parece engordar cuanto mayor es el tamaño de la enseña, así nos encontramos con descomunales banderas de 300 metros cuadrados (Madrid) 368.000 euros, trés kilómetros de largo (la olímpica Madrid again), o la última, de Gran Canaria de otros 300 metros otros 360.000 euracos.
No voy a hacer mucho hincapié en aquello de los complejos; todo el mundo sabe que los dictadores bajitos (por ejemplo) tienen una especial predilección por el gigantismo en las obras públicas, o de descomunales demostraciones de poderío militar...
Pero lo que me parece metafórico es el resultado final de tamaño esfuerzo (y coste)... la bandera de la Plaza de Colón de Madrid no se empina; el viento no es capaz de izar tal peso inerte. La de las olimpiadas madrileñas no consiguió su objetivo. Y ahora la de Gran Canaria, que pese a sus 360.000 euros que cuesta la broma, sufre el gatillazo más descomunal y se descuelga de su mástil...
Cada uno que haga sus metáforas y moralejas... que a mí me da la risa...
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