Apple se está caracterizando por hacer espectaculares relecturas de ideas ya existentes, darles un precioso diseño minimalista y ponerlas en un nicho de mercado con un poder adquisitivo medio-alto (aunque sin exagerar en precios). Todo ello con funcionalidades e interfaces cómodas y muy avanzadas que al poco todos quieren imitar.
Steve Jobs es un tío grande, ha revolucionado el mundo de la música legal en internet con iTunes y ahora va a por las pelis on-line (quien todavía tenga un video club, que lo vaya cerrando).
El saldo de fabricar ordenadores personales a todo tipo de dispositivos electrónicos lo dio de la mano de la relectura del reproductor MP3 con su iPod (ahora convertido en navegador web, agenda, gps)... Ha releído la cultura del teléfono móvil con Iphone, ahora se lanza a por los mediacenter con AppleTV (por supuesto con conexión Wifi a iTunes), y los discos duros externos con TimeCapsule para copias de seguridad inalámbricas y prácticamente desatendidas. Y un portátil simplemente alucinante.
Sin embargo quiero compartir lo que más me ha llamado la atención del MacWorld de este año, es un aspecto mucho más mundano... así que, haciendo un poco de Boris Izaguirre:
¡¡¡Steve Jobs envejece!!!
Me quedé clavado en la imágen de Steve de hace un montón de años, es un tío con mucho estilo y muy juvenil, siempre con los vaqueros y lejano de la imagen que tenemos de un multimillonario, (siempre en contraposición con Bill Gates su supervillano particular).
Este año a Steve le ha tocado echarse unos años encima, este año ¡lo he visto muy mayor! ¡Cielos quizá eso significa que...!
Este año a Steve le ha tocado echarse unos años encima, este año ¡lo he visto muy mayor! ¡Cielos quizá eso significa que...!
¡¡¡UN ESPEJO... DÓNDE HAY UN ESPEJO!!!!
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